jueves, 7 de febrero de 2013

Huyendo de las sombras

El parque de la esquina siempre esta vacío. No hay parejas, ni niños corriendo, mucho menos abuelos paseando a sus nietos. Me ha dado la curiosidad de averiguar el por qué..

Es normal ver rosas y juegos infantiles, pero este tiene algo muy particular, es vacío. 

A lo lejos de esta parque, se encuentra la laguna, la misma de la que muchos comentan. Me acerque a un joven que se encontraba sentado en la orilla, y decidí preguntarle si sabía por qué el parque estaba así.
Me dijo: Es por la historia de Juan, el pescador. Yo me sorprendí porque no la sabía, y le dije: ¿Puedes contármela? Contestó: Seguro, pero prepárese que es bastante escalofriante.

Un día Juan estaba sentado cerca de la orilla, como yo en este momento, observando la laguna. La historia que le habían contado sobre el lugar era bastante extraña, pero estando allí, después de haber evitado el lugar durante tantos años, concluyó que debía ser sólo un cuento de terror.

Alrededor de él había mucho monte, el mismo bordeaba la laguna donde pescaba, se decía que era muy pequeña pero en realidad era bastante profunda.

Juan se encontraba dentro del bote, comenzo a sentir que el aire se estaba enfriando. La noche llegó. No se veía nada, solo una rara luz dentro de la laguna que titilaba. Estaba muy asustado, empezó a inquietarse, pero no podia hacer nada.   

De repente llegó un sonido que aterró a Juan, una mujer llorando desconsolada, gritando que se ahogaba, que la ayuden. Al apuntar la linterna hacia el lugar del ruído, vio el cuerpo de una mujer flotar. No sabía que hacer, empezó a gritar y a pedir ayuda.

Apresuró su remo y una mujer nadaba cerca de él, estaba enloquecido de terror. Enseguida se dio cuenta que no era a él a quién se dirigía, sino a algo que estaba detrás; y al voltear, la aparición de un niño que extendía su mano para ayudarla.

Su miedo creció y logró llegar a la orilla y echar a correr. Estaba al borde de la locura, se introdujo entre el monte y huyó. 

Desde esa vez, Juan contó su historia a todo el que pudo, muchos no le creyeron, pues desconfiaban que tal vez era sólo un invento de él, pero otros sí. Desde ese entonces nadie más quiso visitar el parque.


D.Y.

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